Cuando era niño y jugábamos a hacer burbujas, tener un trozo de caña y un vaso con agua jabonosa me ocupaba largos ratos viendo la efímera ligereza de las burbujas. Esto me habría maravillado indeciblemente, aún ahora lo hace un poco. Impresionante.
Una bitácora personal e intransferible. Un poco de todo, igual me desahogo del estado de ánimo que lo cotidiano me provoca, igual dejo salir algo que quería contar, o simplemente las colaboraciones puntuales que escribo para la radio en plan columnista, buscando el lado chocante de las cosas. Ustedes disculpen.
Muy bonito, de verdad!!.Un abrazo, Jesusa
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