28 febrero 2006

Ley de Reproducción Asistida.

farmaquín, el nuevo niño probeta"Elena Salgado: Es difícil tener un hijo más querido, nace porque se quiere, y ayuda a su hermano".

"Los padres de un niño con una enfermedad que sólo se cure con un trasplante de un hermano ya no tendrán que viajar a Bélgica o a Estados Unidos. El Congreso aprobó ayer la nueva ley de reproducción humana que permite la selección de embriones para tener hijos que sean potenciales donantes para sus hermanos. Cada caso de selección genética de embriones deberá ser estudiado individualmente. En contra votaron el PP y Unió Democràtica de Catalunya (UDC), que también se opusieron a que se puedan donar los embriones sobrantes de los procesos de fecundación asistida para investigar."
El País, 17 de febrero de 2006.
(Las negritas son mías).

Que queréis que os diga, a mi esta forma de tratar la vida me pone los pelos de punta. Y no es que yo no esté de acuerdo con la investigación para resolver toda clase de enfermedades hereditarias o de las que sean. Me parece uno de los esfuerzos de más altura ética y científica a los que se puede dedicar una persona. Pero, ¿a cualquier precio, cómo sea?
Tener un hijo sólo como instrumento para curar a otro no es precisamente una decisión moral digna, diga lo que diga la ministra (que acumula frases desafortunadas producto de un pensamiento desafortunado). Y no me valen comparaciones fáciles, hay tantos niños que vienen al mundo sin una decisión coherente que... pero este no puede ser el camino para justificar el otro. Como tampoco puede serlo el que lo hagan los demás, para ahorrar el viaje a esos padres que están dispuestos a viajar a dónde haga falta. Curiosa forma de justificar la supuesta necesidad o bondad de la ley de reproducción asistida.
Consideración aparte merece el hecho de tratar embriones humanos como si fueran simple material de laboratorio. El argumento de que la naturaleza elimina el 80% de los embriones sin que nos demos cuenta no vale para justificar el tratarlos deliberadamente como consumibles de investigación, como materia inerte sin más valor que el instrumental.
Cuando empezamos a pensar así, a recorrer un camino que huele a deshumanización, no podemos predecir a dónde nos puede llevar. Quiero recordar que uno de los principios inspiradores de la ética occidental viene a decir que la persona es siempre un fin, nunca un medio. Si olvidamos ese principio ahora, para cualquier fin por noble que sea, ¿hasta dónde podrá llegarse?
Cuando en el proceso se quiere callar al discrepante, al que disiente, y se le injuria e incluso criminaliza si hace falta, el resultado es orweliano, por manido que esté el atributo.

(Con muchas menos palabras, El Roto, ya lo expresaba así en la edición de El País de Andalucía del 3 de junio de 2004).

19 febrero 2006

Burla, burlando.

Llegan los carnavales y es la oportunidad para la diversión. Llegan los carnavales y también es la oportunidad para la estupidez. En Valverde los pregoneros utilizan la Ultima Cena como marco coreográfico para chistes y burlas de lo más sagrado de los cristianos. Mucha gente se molesta. Son sus creencias más íntimas. Aquello que aman, creen, esperan, por lo que más de uno anda dando la vida misma.
El caso es que estamos acostumbrados a una cierta dosis de burla y ridiculización de quienes no tienen principios ni comprendieron nunca los limites éticos de la libertad. Pero cansa y duele. Con la que han liado los musulmanes, resulta fácil atacar a los cristianos, saben que no harán lo mismo, aunque les gustaría para poder luego volver a abrir la herida. Entro en la sala de profesores y hablan de eso, de que se han quejado, a ellos no les ha parecido mal, pero no quieren oir mi opinión, ¿me temen acaso? Prefieren no contrastar su opinión, no vaya a ser que se sientan culpables, prefieren seguir pensando "no es para tanto, es que son unos intolerantes, mira lo que dijo el cura de Valencia", como si la opinión de un jubilado de Valencia o de Fernando Po representara a todos los cristianos y justificara toda burla. Me molesta su desconfianza, su hablar en corrillos para que no me de cuenta, aunque sólo haya sido esta vez. Pero claro, a lo mejor es porque yo soy cristiano y represento una amenaza para sus politicamente correctas ideas.
Lo último que me resulta irritante es que los mismos que se burlan tengan que decidir cuándo he de sentirme molesto yo y por qué. Me parece ésta una democracia "asimétrica", unos deciden lo que quieren decir y además cómo deben sentirse los demás, esa superioridad que se arroga el derecho al insulto, la descalificación y el ninguneo, que persigue la extinción de las ideas y sentimientos del otro, que da por buena toda maledicencia y evita considerar lo positivo.
Pero claro, es que yo no debo entender nada.
Que Dios nos perdone a todos.

18 febrero 2006

Acto de confianza en Dios.

ACTO DE CONFIANZA EN DIOS
(de SAN CLAUDIO DE LA COLOMBIERE)

Dios mío, estoy tan persuadido de que velas sobre todos los que en ti esperan y de que nada puede faltar a quien de ti aguarda toda las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno, descargando sobre ti todas mis inquietudes. Mas yo dormiré en paz y descansaré; porque Tú, oh Señor, y sólo Tú, has asegurado mi esperanza.
Los hombres pueden despojarme de los bienes y de la reputación; las enfermedades pueden quitarme las fuerzas y los medios de servirte; yo mismo puedo perder tu gracia por el pecado; pero no perderé mi esperanza; la conservaré hasta el último instante de mi vida y serán inútiles todos los esfuerzos de los demonios del infierno para arrancármela. Dormiré y descansaré en paz.
Que otros esperen su felicidad de su riqueza o de sus talentos; que se apoyen sobre la inocencia de su vida, o sobre el rigor de su penitencia, o sobre el número de sus buenas obras, o sobre el fervor de sus oraciones. En cuanto a mí, Señor, toda mi confianza es mi confianza misma. Porque Tú, Señor, solo Tú, has asegurado mi esperanza.
A nadie engañó esta confianza. Ninguno de los que han esperado en el Señor ha quedado frustrado en su confianza.
Por tanto, estoy seguro de que seré eternamente feliz, porque firmemente espero serlo y porque de ti, oh Dios mío, es de Quien lo espero. En Ti esperé , Señor, y jamás seré confundido.
Bien conozco, demasiado lo conozco, que soy frágil e inconstante; sé cuanto pueden las tentaciones contra la virtud más firme; he visto caer los astros del cielo y las columnas del firmamento; pero nada de esto puede aterrarme. Mientras mantenga firme mi esperanza, me conservaré a cubierto de todas las calamidades; y estoy seguro de esperar siempre, porque espero igualmente esta invariable esperanza.
En fin, estoy seguro de que no puedo esperar con exceso de ti y de que conseguiré todo lo que hubiere esperado de ti. Así, espero que me sostendrás en las más rápidas y resbaladizas pendientes, que me fortalecerás contra los más violentos asaltos y que harás triunfar mi flaqueza sobre mis más formidables enemigos. Espero que me amarás siempre y que yo te amaré sin interrupción ; y para llevar de una vez toda mi esperanza tan lejos como puedo llevarla, te espero a ti mismo de ti mismo ¡oh Creador mío! Para el tiempo y para la eternidad. Así sea.

16 febrero 2006

Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano.

Leyendo la edición digital de 21rs he encontrado esta exhortación que paso a compartir con vosotros. Está dirigida a la comunidad cristiana que vive entre musulmanes, pero también a los musulmanes que acogen a esta comunidad cristiana, yo creo que nos viene bien a todos, también a nuestros más o menos creyentes de aquí.

"¿No es esta la cuestión que hay que plantearse ante el debate que circula en los medios? Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¿podría yo poner en cuestión la fe que le hace vivir?
¿Podría yo burlarme de una manera u otra de sus creencias?

Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¿podría yo hablar de libertad sin vivir el respeto?

Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¿podría yo rechazarle con actos de violencia contra su persona o sus bienes?

Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¿podría yo permitirme hablar de él negativamente a sus espaldas? ¿Podría yo permitirme destruir incluso hasta su intimidad?

Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, le podría encontrar en verdad, podríamos hablar simplemente, incluso sin estar de acuerdo en todo.

Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, su encuentro me haría crecer; y estoy seguro que él también crecería.

Si el otro se convirtiera en mi hermano, nuestras miradas podrían cruzarse y una sonrisa verdadera iluminaría nuestros rostros.

Si el otro se convirtiera realmente en mi hermano, ¡qué mundo tan apasionante podríamos construir!"

Monseñor Vincent Landel s.c.j, arzobispo de Rabat

¡No tengo tiempo!

Pues me he puesto a intentar escribir algo en este blog y resulta que no tengo tiempo. Así que me he acordado de este texto que copie de alguna parte...

“La gente se queja de que no tiene tiempo para nada. Miran su vida con ojos tremendamente humanos, Señor, he salido esta mañana a la calle y fuera había gente; iban, venían, marchaban, corrían; los coches corrían, la calle corría, el pueblo corría; corrían para no perder tiempo; corrían en persecución del tiempo, para atrapar el tiempo, para ganar tiempo.

Hasta luego, Señor excúsame, no tengo tiempo. Volveré a pasar, no tengo tiempo, no puedo esperar. Termino esta carta porque no tengo tiempo. Me hubiera gustado ayudaros, pero no tengo tiempo. Imposible aceptar, no tengo tiempo. No puedo reflexionar, no puedo leer, no tengo tiempo. Me gustaría rezar, pero me falta tiempo.

Tú comprendes Señor, no tienen tiempo.

De niños tienen que jugar y no les sobra tiempo; luego... más tarde... de chiquillos tienen que hacer sus deberes, no tienen tiempo; luego en el bachillerato, tienen sus clases y tanto trabajo, los entrenamientos,... no tienen tiempo.

De jóvenes hacen deporte, no tienen tiempo; más tarde. De mayores se enferman y tiene que cuidarse, no tienen tiempo... más tarde. De recién casados, tienen su casa, tienen que arreglarla, no tienen tiempo... más tarde. Ya padres de familia, tienen sus hijos, los amigotes en el bar, no tienen tiempo... más tarde. Ya están agonizando. No tienen tiempo. Demasiado tarde. Ya nunca tendrán tiempo.

Así corremos todos persiguiendo el tiempo, pasamos por la tierra corriendo, apresurados, atropellados, sobrecargados, enloquecidos, desbordados y no llegamos a nada jamás; falta tiempo a pesar de todos los esfuerzos, falta tiempo.

Oh Señor, tú has debido equivocarte en tus cálculos, hay un error general, las horas resultan demasiado cortas, los días se hacen demasiado cortos, las vidas son demasiado cortas.

Y tú Señor, que estás fuera del tiempo, sonríes al vernos batallar con él. Tú sabes lo que haces, tú no te equivocas cuando distribuyes el tiempo a los hombres. Tú das a cada uno el tiempo justo para hacer lo que quieres que haga.

Pero no conviene perder el tiempo, matar el tiempo que es un regalo que tú nos das; pero un regalo fugitivo, que no se puede guardar.

Señor, sí, ¡tengo tiempo! Tengo todo el tiempo mío, todo el que tú me das: los años de mi vida, los días de mis años, las horas de mis días, todas enteras y más.

A mí me toca llenarlas tranquilamente, con calma, pero llenarlas bien hasta los bordes, para ofrecértelas y que de su agua desabrida tú hagas un vino generoso, como hiciste en las Bodas de Caná.

Por eso, hoy Señor, no te pido el tiempo de hacer esto y aquello y lo de más allá, te pido solamente la gracia de hacer bien a conciencia lo que tú quieres que haga, en el tiempo que tú me das.

¿Y qué es mi vida en este momento? ¿Tengo tiempo para darme cuenta del verdadero sentido de vivirla?”

13 febrero 2006

¿Puedes hacer salir el sol?

Bueno, mientras vamos sacando partido a este medio que es internet, te ofrezco esta reflexión de Carlos G. Vallés, por si te sirve de algo.

"Maestro: - Por mucho que te esfuerces no lograrás enmendar tu vida ni alcanzar la iluminación más que podrías hacer salir el sol por tus propias fuerzas.
Discípulo: — Entonces, ¿para qué me hacéis practicar tantos ejercicios de penitencia y devoción y estudio y contemplación?
Maestro: — Para que estés despierto cuando salga el sol.

Paradoja eterna del esfuerzo y la gracia. Paradoja bella y cierta, atrayente y desesperante, ayuda permanente y prueba irritante. Hay que hacer todo sabiendo que no sirve para nada. Nadie escala los cielos por sus propias fuerzas. Y no hay que dejarse nada, porque en cualquier momento puede llegar la plenitud de los tiempos, puede llamar el esposo, puede surgir la aurora, y hay que estar despiertos. para recibir el momento de gracia.
La gran virtud cristiana. ¡Vigilad! Estad despiertos. Tened los ojos abiertos. Vivid en contacto con todo lo que os rodea por fuera y os late por dentro. El culto del momento presente, la atención a cosas y personas tal y como se nos manifiestan en cada instante, el contacto con la realidad de la vida en los sentimientos de nuestro interior y en los mensajes de nuestros sentidos. La vida total en todo momento con la conciencia abierta a todo lo que por dentro y por fuera nos sucede. Eso es contemplación, eso es presencia de Dios, eso es recogimiento, eso es adoración. El sol sale cuando quiere, y nosotros estamos dispuestos en cada momento a saludarlo con la inclinación profunda de nuestra bienvenida. Nace el nuevo día."
CARLOS G. VALLÉS S.J.

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