11 septiembre 2010

Aniversario de una infamia

Hoy es 11 de septiembre y, como es habitual, la prensa aprovecha el filón para hacer memoria de la infamia de aquel 11 de septiembre en que todo cambió. Muchos recuerdan lo que hacían mientras sucedía aquello. Yo recuerdo estar en la caja de un supermercado y ver la noticia en al televisión de un de los pequeños bares que están a la entrada, me llamó la atención porque parecía una película pero demasiado real, aunque lo veía de lejos. Luego en el coche se confirmó la noticia en la radio, me pasé dos salidas de la autovía camino de casa a consecuencias de la atención que prestaba a la locutora.
Bueno, hoy, nueve años después, parece irreal y las cosas han cambiado. Todavía hay lunáticos de la conspiración que se empeñan en demostrar que no pasó, que fue un montaje del gobierno americano o estupideces semejantes. Pero ahí está, hemos aprendido mucho del fanatismo islámico y eso nos da miedo, es una terrible consecuencia de aquello.
Hoy escuchaba a cierta locutora de radio, "fanática" de lo políticamente correcto, con su discurso habitual. Hablaba de "los fanatismos", porque claro, hay que ponerse de perfil y jugar a la equidistancia. ¿Cuáles son los otros fanatismos que en ese momento se oponían al fanatismo islámico? Por lo que puedo saber la mayoría de los países de oriente medio tienen como problema esas élites fanáticas y esas oligarquías corruptas que sumen en la miseria y la ignorancia a sus pueblos mientras culpan al diablo extranjero de ello. Repasen la historia reciente de esos países y ya me dirán. Pero nuestra locutora, en su exquisita ineptitud, es incapaz de ver el conjunto, la ideología no le deja.
Me preocupa el periodismo, me preocupa su tendencia a la ideología, a la trinchera, a no saber de qué hablan, a la falta absoluta de escrúpulos, al sectarismo descarado, a la ausencia total de ética, a la estupidez en suma. Me preocupa porque deberían ser una luz en los asuntos que atañen a la ciudadanía y, en vez de ello, se convierten en bomberos pirómanos.
Y hoy es uno de esos días en que es inevitable darse cuenta de ello.
Ustedes disculpen, normalmente los sábados y domingos desactivo la radio por la mañana, hoy se me ha olvidado y se me colado una ración demasiado temprana de estupidez buenista. Intentaré que no vuelva a pasar.
Saludos.

3 comentarios:

  1. Pero nosotros estamos aquí

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  2. Lo ocurrido con Jones, nos da muestras de hasta que punto Occidente en su conjunto no es consciente - o no quiere serlo, no se que es peor ... - de la amenaza terrible y palpable que supone el islamismo.

    Que un pastor de Florida logre con su idea de quemar el Corán que toda la diplomacia internacional, la Casa Blanca, el presidente Obama, la UE,incluso el vaticano, (que ya es rizar el rizo).. le imploren casi de rodillas que no continue con su idea, es la constatción de que la sociedad occidental está puesta de hinojos ante el islamismo radical de una manera indecente.

    Ocurrió con las viñetas danesas sobre Mahoma y vuelve a ocurrir ahora.
    Y lo peor, es que siguen sin darse cuenta de la magnitud del problema al que nos enfrentamos.

    Estos necios, a lo suyo: con su milonga de la Alianza de las Civilizaciones...

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  3. De acuerdo contigo, Natalia, y además de eso los charlatanes de la corrección política aprovechan para endiñar algún sopapo más al cristianismo en general y al catolicismo en particular. Sus fobias intactas, basta ver la prensa para darse cuenta de la absoluta falta de visión y de escrúpulos en ese tema.
    No sé si son más malvados que estúpidos o viceversa. Ninguna de las dos hipótesis me consuela, pero la de que sea simple estupidez me preocupa especialmente.
    Un saludo.

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