Parece que no soy el único que lee a ciertos personajes, aunque con Factual me resisto por los eurillos que cuesta. Me conformo con un vistazo a lo que se deja ver. Pero esto viene a que Ángel Duarte en su blog creo que hace un diagnóstico con el que estoy de acuerdo. Es lo que pasa en pocas y suficientes palabras:
(...) Entiendo que la inanidad, la ausencia de criterio de Rodríguez Zapatero, ese mejunje que cuenta con unas gotas de largocaballerismo, con un aroma de adolescencia diferida en el tiempo, con una predisposición a la retórica más vacua, irrite. La cuestión es: ¿Es eso socialdemocracia? Yo respondería que no. Ni como praxis -léanse las lúcidas, y un punto desesperadas, acotaciones de Jordi Bernal en el mentado Factual-, ni como teoría.Probablemente no sería posible la confusión si en España se supiese en qué consiste la socialdemocracia. Y si, por lo demás, la socialdemocracia no estuviese en ruinas en todas partes. Que esa es otra.
¿La socialdemocracia en ruinas? ¿Qué locura es esa, si goza de una salud casi adolescente? ¿No son socialdemócratas las grandes ayudas a la banca, a cambio de acciones? ¿O los planes cada vez más grandes para ayudar a parados, a empresas, a los de los coches, a los de los pisos, ...? ¿O las subidas de impuestos?
ResponderEliminarNo hablo sólo de España, claro.
Me parece que el autor se refiere a una ruina ideológica, algo que tras la caída del muro de Berlín y el evidente fracaso de los socialismos reales, es un navegar sin rumbo a la espera de que pase algo (amén de la renuncia a la razón y la caída en una posmodernidad casi morbosa como método de comprensión de la realidad).
ResponderEliminarPor otra parte, después del colapso del "estado del bienestar" europeo, todas esas medidas que señalas son apuntalar un edificio en ruinas, pero nos estamos comiendo los ahorros de la abuela, cuando se acaben a ver con qué mantendremos los negocios ruinosos y las masas de pobres que se esconden tras la cortina de las subvenciones.
Siempre quedará el recurso de acusar al capitalismo de todos estos males y a seguir mirando para otro lado.