Entre presuntos espías que no se sabe qué, a quién ni para quién espiaban a ciencia cierta (cada cual se los coloca a unos en función de sus intereses electorales, claro). Presuntos cazadores de caza mayor (tiro al político de la oposición, es la nueva modalidad). Crisis que ya no es nada de presunta, como bien relata mi paisano Manolo. Se cuelan un par de noticias que me dejan perplejo. Por una parte anda rondando en los mentideros políticos la propuesta de convertir el aborto en un capricho durante las primeras catorce semanas del embarazo, a la quince ya es protegible, la ley pinta la raya y que se fastidie la realidad. Con esto se resolvería el problema de hecho de que en España, el negocio de la muerte que es el aborto, funciona sin control y sin escrúpulos desde hace años. Con eso, no resuelven el problema de que en España se aborta en cualquier momento del embarazo como se ha descubierto repetidamente a poco que alguien se preocupe de si se cumple la ley. Infanticidios sin control y vivimos tan tranquilos, con lo que pintar un plazo de "gratis total" para luego seguir haciendo la vista gorda no es sino una utilización partidista de la muerte de esos niños que nunca fueron. Para rizar el rizo de la indigencia moral es que niñas desde dieciséis años ya podrían abortar sin consentimiento paterno. Eso sí, siguen sin poder comprar tabaco ni alcohol (¡ja!), pero decidir acostarse con quien sea y sobre la vida humana sí que pueden, debe ser que son decisiones sin mayor importancia, no como el tabaco o el alcohol. Y si les parecía poco lo estupendo que son nuestros políticos defendiendo a la juventud de los verdaderos males que les aquejan, el PNV va a proponer elevar la edad del consentimiento por encima de los trece para mantener relaciones con un/a mayor de edad. ¿Quién dice que el estado no se preocupa de nuestros niños? Puestos a juntar lo trágico, lo sublime y lo ridículo, deberían unir a la prohibición del alcohol y el tabaco, la del sexo: prohibido mantener relaciones sexuales a los menores de edad, así todos los asuntos estarían resueltos a la vez. Y nos ahorraríamos la pasta gansa que estamos gastando regalando pildoras del día después como caramelos a las niñas que vienen a las urgencias los domingos por la mañana.
He dicho.
He dicho.
Que tremendo es lo que esta pasando.Pero es lo que tenemos. No podemos hacer otra cosa que ayudar a cambiar todo esto desde el sitio donde estamos. Es una barbaridad pero tenemos unos gobernantes que parecen que todo lo quieren arreglar con + "mierda", con perdón.
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