Hace el mismo frío.

Mientras la prensa destila "obamanía", ya sea en la radio, la televisión, los medios electrónicos o escritos. Otras noticias siguen buscando que les prestemos atención y nos paremos a pensar un poco.
A pesar del entusiasmo las bolsas caen en todo el mundo, incluido los EEUU. Y, aunque no sea lo definitivo, es importante el dato.
El ejercito israelí se retira por completo de Gaza después de una incursión a sangre y fuego contra una banda terrorista de lunáticos que no vacilan en entregar a la muerte a la población civil y en apresar, torturar y masacrar a sus paisanos de Al-Fatah sin que a muchos les extrañe, por lo visto. Puedo entender que hay que protegerse de ellos, pero no hay justificación para el sufrimiento y la muerte de la población civil que cuando no los matan los suyos, los matan los contrarios.
En España, una extraña noticia, la Generalidad catalana quiere permitir el aborto sin consentimiento a partir de los dieciséis años. Yo alucino en colores. De modo que no se puede comprar tabaco ni bebidas alcohólicas, ni votar, ni conducir hasta los dieciocho años, pero se puede decidir la muerte de un ser humano indefenso. Se ve que para eso sí que hay madurez suficiente. Qué miedo da una sociedad que piensa así, que mira la muerte de los indefensos con esa frivolidad y que se tira hipócritamente a la calle por cualquier cosa políticamente correcta.