Cáritas y la crisis

La crisis, la dichosa crisis campando a sus anchas. No sé quien tiene la culpa, creo además que es una pérdida de tiempo andar buscando culpables aquí o allá mientras habría que estar trabajando para salir de ella. Quizá creo eso porque estoy seguro que tras cualquier búsqueda encontraríamos al ser humano, así, en general. Capaz de la más sublime entrega y de la más oscura avaricia. Señalar con el dedo a otro es señalarse a sí mismo. Los que más responsabilidad tienen en lo malo que nos pasa no es que sean peor que los que sufrimos el mal, es que ellos tenía poder para dar rienda suelta a la avaricia, ¿son peores que los demás? No, estaban ahí y nadie que sea honesto podría decir con la mano en el pecho, "yo lo hubiera hecho mejor". Tal vez sí, tal vez no, nunca lo sabremos. De hecho, de los mismos mimbres estamos hechos y las mismas tentaciones y posibilidades de caer en ellas hubiéramos tenido. Así que aprender algo sobre la condición humana y trabajar para superarnos y superar esta encrucijada es lo mejor que podemos hacer.

Un síntoma de la situación que estamos viviendo es la subida en la atención primaria por parte de Cáritas. Resulta doloroso ver en la cola de la oficina de Cáritas a gente joven que se ve necesitada de acudir a esas ayudas porque no les llega para pagar la hipoteca y comer a la vez. Inmigrantes que, con o sin papeles, iban saliendo adelante y ahora son habituales no sólo el día que abre el despacho, sino también otros días porque no les llega. Y desde la Cáritas lo único que se puede hacer es aliviar un poco la situación para que puedan ir tirando.
Web de Cáritas Huelva.