Uno se devana los sesos intentando comprender y conocer la realidad que hay tras la realidad. Empeñado en tomar la dichosa pastilla roja para despertar del sueño en que todo es como lo pintan para descubrir el verdadero color de las cosas.
Y a veces pasa, viene un recuerdo que se convierte en la clave que sustenta el arco de lo que sucede. Una suerte de iluminación que destaca, nítidos, los detalles hasta el momento ocultos.
Escuchando a ciertos políticos e intentando comprender por qué dicen lo que dicen y hacen lo que hacen (ya sé que es una empresa quimérica, quijote que es uno) me vienen a la mente esas impresionantes leyes que, tras lo real, guían el paso de nuestros más inmundos próceres (sí, me estoy refiriendo a quienes estáis pensando). Son, a saber, las siguientes:
Y a veces pasa, viene un recuerdo que se convierte en la clave que sustenta el arco de lo que sucede. Una suerte de iluminación que destaca, nítidos, los detalles hasta el momento ocultos.
Escuchando a ciertos políticos e intentando comprender por qué dicen lo que dicen y hacen lo que hacen (ya sé que es una empresa quimérica, quijote que es uno) me vienen a la mente esas impresionantes leyes que, tras lo real, guían el paso de nuestros más inmundos próceres (sí, me estoy refiriendo a quienes estáis pensando). Son, a saber, las siguientes:
- La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado.
- Los individuos incompetentes tienden a sobreestimar sus propias habilidades.
- Los individuos incompetentes son incapaces de reconocer las verdaderas habilidades en los demás.
- No se debe atribuir a la malicia lo que se explica por simple estupidez.
Claro que cuando malicia y estupidez se unen, entonces estamos perdidos.
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ResponderEliminarGracias :-)
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