Maestro: - Por mucho que te esfuerces no lograrás enmendar tu vida ni alcanzar la iluminación más que podrías hacer salir el sol por tus propias fuerzas.
Discípulo: — Entonces, ¿para qué me hacéis practicar tantos ejercicios de penitencia y devoción y estudio y contemplación?
Maestro: — Para que estés despierto cuando salga el sol.
Discípulo: — Entonces, ¿para qué me hacéis practicar tantos ejercicios de penitencia y devoción y estudio y contemplación?
Maestro: — Para que estés despierto cuando salga el sol.
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