Antígona hoy

Leo en la bitácora de V. M. Arbeloa, un artículo suyo a raíz de un vídeo sobre las víctimas del terrorismo. Me resulta curioso que la reflexión extraída de la tragedia griega "Antígona" de Sofocles tenga tanta actualidad. Por una parte explica la obstinación en no enterrar la memoria de las víctimas ni su necesidad de justicia más allá de los intereses políticos de turno. Es la rebelión de las nuevas "antígonas" contra el tirano que pretende que se olvide lo que le conviene para poder seguir en el poder sin pagar el peaje de la sangre derramada y el sufrimiento causado.
Por otra parte es sugerente que invite a pensar en valores más altos que los que marca la dictadura de lo "politicamente correcto", la "moda" o "lo progresista".

Negar al hermano muerto el descanso en la tierra maternal y centenaria es un crimen contra los dioses, huella un derecho divino y no hay utilidad de la política tirana que lo justifique: “No pensaba que tus proclamas tuvieran tanto poder -le grita Antígona a Creonte- como para que un mortal pudiera transgredir las leyes no escritas e inquebrantables de los dioses. Éstas no son de hoy ni de ayer, sino de siempre, y nadie sabe de dónde surgieron. No iba yo a obtener castigo por ellas de parte de los dioses por miedo a la intención de hombre alguno“. No todo acaba, pues, en el derecho positivo del Estado o de la Comunidad Autónoma. No todo lo rige, lo dirige y lo regula el poder político de turno, la opinión pública reinante, la dictadura de la moda (de la vida) que nos rodea. Ni antes ni ahora, ni ahora ni nunca.