Nada nuevo, más.

Hace año y medio más o menos, nos desayunábamos con la noticia de que en Barcelona había una clínica al menos donde se practicaban abortos sobre embarazos de siete o más meses. Mataban al feto en el seno de la madre y luego lo extraían. Como pueden imaginar hubo cierta conmoción ante un tipo de asesinatos en serie tan descarados. Pero pasó el tiempo y parecía que entre el escándalo y la actuación policial (lo tuvo que denunciar una periodista danesa, menudos inútiles protegiendo a los más indefensos) se habría puesto coto a tanto homicidio. Ayer almorzaba con la noticia de que había al menos cuatro clínicas intervenidas acusadas de semejantes prácticas. Y nos da igual. Hoy en la mañana dos representantes políticas discutían del tema. La de la oposición manifestando escándalo ante el número de abortos que se practican en España, con tendencia creciente, y en particular por la práctica fraudulenta y asesina de matar niños de siete o más meses de gestación. La otra, gubernamental, replicaba algo así como que en España estamos en niveles europeos que no hay ni más ni menos que en otros países de nuestro entorno ¿civilizado?. Dicho de otro modo que aquí se asesina a los indefensos más o menos lo mismo que en todas partes. Pues de lujo. Ese es el pensamiento único (y débil) de nuestros gobernantes.
Da miedo.

Actualización: Me entero por el ABC que alguna de estas clínicas tenía una "trituradora de fetos" que usaban para reducir los restos del niño/a abortado a una pasta que se arrojaba por el desagüe. Así no dejaban pruebas... Espeluznante. La ley obliga a llevar a incinerar todos los "restos humanos reconocibles" y un niño sietemesino es bastante reconocible, así que para que no los pillaran los trituraban.