04 julio 2007

Un momento "House".


Si no eres aficionado a las series de televisión tal vez no entiendas bien el título de este artículo. Para los que siguen al médico Gregory House en sus avatares de los martes en la cadena Cuatro, seguro que saben a que me refiero sin muchas explicaciones. Para todos los demás, bueno, también para ellos, intentaré explicarme un poco mejor.
Hace un par de artículos expresé mi idea de que lo más pernicioso para la salud intelectual y moral (y física, si me apuran) de una persona es otra persona. A pesar de ello merece la pena intentar cada día cambiar el mundo, empezando por cambiar uno mismo, por hacer acopio de esa energía que viene de la relación con el que es el Amor más grande. Sin esa fuerza que mana de la relación con la transcendencia, el que les escribe habría tirado la toalla y hasta el champú hace bastantes años. Es con todo ello y no puedo evitar los "momentos House".
Bueno, a lo que iba. Se dice de House que es brutalmente sincero, honesto hasta el cinismo y capaz del sarcasmo más inoportuno. Pues a mi me gustaría más de cuatro veces caer en la tentación de ser como él (y sospecho que no me saldría nada mal). En el trato con según que gente que cumple a rajatabla las leyes de la estupidez y manifiestan el efecto Dunning-Kruger, me gustaría, abandonando toda corrección política y mandando a la porra las más elementales leyes de la cortesía, ser brutalmente honesto, terriblemente sincero y llamarles por su nombre. Dicho de otra manera, me gustaría poder llamar imbécil al propietario de tal característica, fariseo idiota al idiota fariseo y una serie de calificativos que me ahorro para no quedar demasiado mal con quienes de mis lectores tengan todavía un buen concepto de mí.
A eso le llamo un "momento House" como pueden imaginar. Me recuerda un chiste de humor negro que contábamos en la adolescencia: "Un niño pregunta a su madre: ¿Por qué los reyes no me traen una bici como a todos los niños? A lo que la madre contesta con resignación: Este niño además de paralítico es gilipollas". Brutal, pero refleja a más de uno que se las da de algo sin conocer su propia nadería.
Ea, he dicho.
Por cierto, voy a estar ausente un par de semanas, no de vacaciones (¿qué es eso?), sino de campamento con niños y jóvenes, espero lo mejor y agradeceré lo que pase. Ya nos veremos más adelante si no puedo conectarme antes.

1 comentario:

  1. Anónimo2:29 a. m.

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