Una bitácora personal e intransferible. Me permitan decir que soy dueño de lo que digo, no de lo que la gente entiende.
31 agosto 2011
Resumen de la JMJ
29 agosto 2011
La Vía Láctea y una tormenta
Tempest Milky Way from Randy Halverson on Vimeo.
28 agosto 2011
No me representa...
Una tira de Calvin y Hobbes:
«Cuando crezca no pienso leer los periódicos, pasaré de los problemas serios y tampoco iré a votar», dice Calvin a Hobbes en la primera viñeta.
«Es mi forma de quejarme de que el Gobierno no me representa», continúa en la segunda.
«Después, cuando todo se vaya al cuerno, podré decir que el sistema no funcionaba y justificaré mi falta de participación», añade en la tercera.
Y, en la cuarta, Hobbes apunta que es «un plan ingeniosamente autojustificante», a lo que Calvin apostilla: «Es más divertido criticar las cosas que arreglarlas».
Y otra más:
Dice Calvin: «¡Estoy harto de oir hablar de responsabilidad personal! ¡Ya he hecho todo lo posible para que el mundo sea un lugar mejor en el que vivir!»
Hobbes, asombrado, le pregunta: «¿De verdad?»
Calvin, seguro de sí mismo, replica: «¡Claro! ¡He nacido. ¿No?!»
Y Hobbes: «Oh, sí. Perdón por no darte las gracias».
Y Calvin: «Bienvenido al club».
Bill Watterson. No quiero hacer los deberes (The Days Are Just Packed, 1996). Barcelona: Ediciones B.
25 agosto 2011
Buenos y malos
Leo en "Bienvenidos a la fiesta":
David Mamet: «Heredamos de los soviéticos y sus satélites la concepción totalitaria del teatro (por ejemplo, Brecht). Esto es: el teatro (la tragedia, el drama, la comedia, la farsa) no existe para hacer pasar un buen rato al público, mediante el desarrollo de una trama, sino para enseñar o reforzar diversas verdades universales no suficientemente puestas de relieve. Tales verdades, por lo común, se basan en el supuesto intelectual de que un conjunto de humanos es bueno y el otro malo: los obreros son buenos, los capitalistas son malos; las mujeres son buenas, los hombres son malos; los enfermos son buenos, los sanos son malos; los gays son buenos, los heteros son malos.
Obsérvese que si invirtiéramos el paradigma (los heteros son buenos, los gays son malos) quedaría clara la monstruosidad de la propuesta».
David Mamet. Manifiesto (Theatre, 2010). Barcelona: Seix Barral, 2011; 174 pp.; col. Los Tres Mundos; trad. de Ramón Buenaventura; ISBN: 978-84-322-0920-8.
15 agosto 2011
JMJ en Madrid
He escuchado toda clase de barbaridades con motivo de este evento, pero resumo lo que hay:
La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es un evento organizado por la Iglesia Católica para reunir a los jóvenes de todo el mundo.
La Jornada Mundial de la Juventud se realiza anualmente en cada diócesis del mundo el día de Domingo de Ramos, con una ceremonia principal en el Vaticano. Sin embargo, cada dos o tres años, se realiza un gran encuentro internacional realizado en una ciudad sede. Esta ceremonia es presidida por el Papa. Este último encuentro, de varios días de duración, es el que se asocia habitualmente con el nombre de Jornada Mundial de la Juventud.
Este concepto nació en 1984 durante el papado de Juan Pablo II para incentivar la participación juvenil en la Iglesia y ha tenido gran éxito, llegando a convocar a más de cinco millones de personas durante la edición de 1995, realizada en Manila, Filipinas.1
En 1997, la Jornada Mundial dio un cambio transformándose en un festival para la juventud con una duración de tres días antes de la ceremonia final. De allí en adelante se ha organizado sucesivamente en París, Roma, Toronto, Colonia, Sídney y Madrid.
Este hecho ha sacado de muchos el anticlerical decimonónico que lleva dentro. Repitiendo consignas, cuando no mentiras evidentes, ha salido toda una tropa sembrada de gente intolerante y con "tics" totalitarios que prohibirían de buen grado toda libertad religiosa (bienvenidos a Corea del Norte, por ejemplo). Un aspecto que me llama la atención es la profunda hipocresía de los que utilizan del hambre de África para criticar un encuentro en el que la financiación corre de los bolsillos de los asistentes en un 70% y el resto de donaciones de empresas patrocinadoras. Que al ser un evento multitudinario supone una gran oportunidad de ingresos y publicidad para la ciudad que lo acoge. Los jóvenes no van de hotel (alguno irá, supongo) vamos en tienda de campaña, en saco de dormir a salones parroquiales, polideportivos, al suelo y con menú pactado de lo más económico. Además los jóvenes españoles y europeos que están más cerca han pagado de más para que los que vienen de países con dificultades puedan venir pagando menos.
En fin, he mentado a la amplia manada de hipócritas que sacan impúdicamente el hambre de África porque no les importan los africanos, sólo les son útiles ahora para criticar a la Iglesia, la institución que tiene más gente trabajando desinteresadamente allí como todos sabemos y hemos tenido ocasión de comprobar muchísimas veces. Es el falso lamento de Judas (el Iscariote, sí).
En fin, espero que todo salga bien y los jóvenes que acompaño puedan tener una experiencia de la universalidad de la Iglesia, gente de todos los países con una misma fe y una misma esperanza, gente diversa y distinta que nos cuestiona y nos empuja a ser mejores y más abiertos. Experiencia de encuentro con Jesucristo en su Iglesia que les estimule a ser mejores creyentes, más coherentes y comprometidos. Luego está la oferta cultural de Madrid que espero que también nos deje huella.
Saludos y hasta la vuelta.