
Una bitácora personal e intransferible. Me permitan decir que soy dueño de lo que digo, no de lo que la gente entiende.
31 julio 2009
Muertos sin juicio ni partida de nacimiento
"[Asesinados] Fusilados sin juicio, partidas de defunción para quienes no han llegado a tener la de nacimiento. Hay que joderse, qué país éste nuestro."
Para entenderla tendrían que leer el artículo completo, claro.
30 julio 2009
La violencia que no cesa
Y a los otros, ni un respiro, ni a quienes matan ni a quienes "comprenden" a los que matan. Para que el mal triunfe basta que los buenos no hagan nada.
Es triste, pero así ha sido el día.
28 julio 2009
Este tío es genial.
"Toda referencia a hechos que contradigan la diversidad plurinacional y plurimorfa de este pluriputiferio nuestro se camufla o adoba de modo conveniente"
25 julio 2009
Hey, Jude
En todo caso, ¿quién no necesita una canción así alguna vez?
15 julio 2009
Campamentos veraniegos
Todavía no me he ido y ya estoy cansado de pensar lo que nos espera. Siempre alerta, cuidando que todo esté preparado que no falte nada, que las actividades se hagan, que los chavales profundicen y aprovechen estos días de convivencia.... Uff.
14 julio 2009
Libertad, ¿para qué? (V.I.U.)
Awesome, que dirían los ingleses, alucinante. ¿De quién es la frase?
1.- F. Franco
2.- Lenin.
3.- Stalin
4.- Mussolini.
5.- Francisco Caamaño.
Si es que tenemos demasiadas libertades y la perniciosa costumbre de pensar diferente del whisful thinking a que nos quieren conducir.
13 julio 2009
12 julio 2009
11 julio 2009
Tus ojos pueden engañarte
APPARATI EFFIMERI Tetragram for Enlargment from Apparati Effimeri on Vimeo.
Encontrado en fogonazos.com.
10 julio 2009
Marx y la encíclica
La viñeta es de aquí.
Actualización: Parece que mi paisano J. A. Gómez Marín coincide un poquito conmigo y eso que no hemos hablado del tema:
En un comentario tan ingenuo como majadero, Santiago Carrillo ha pontificado que el papa ha copiado a Marx en algunas cosas al escribir su flamante encíclica “Caritas y veritatis”: ya hay que haber leído poco a Marx, estar gagá o ambas cosas...El resto del artículo aquí.
09 julio 2009
08 julio 2009
Capitalista, anticapitalista o simplemente utópica.
En todo caso me llama la atención la reacción de los sectores más conservadores o liberales, dado que, al parecer, la encíclica carga contra el capitalismo o el liberalismo más clásico y propone cierto "intervencionismo" y redistribución de los recursos. No sé de qué se sorprenden puesto que eso es doctrina común en los documentos previos sobre lo social, raro sería que el Papa escribiera ahora una loa a los mercados.
Como aún no la he leído y para no meterme en berenjenales, diré que la encíclica, como otros documentos, no quiere ser un programa de actuación política, sino que está más bien en la línea de una reflexión ética y evangélica sobre la asuntos actuales a la luz también de las ciencias sociales. De ahí sólo pueden sacarse principios y, si me apuran, un poquito de aliento utópico de que las cosas deben y pueden cambiar si nos lo proponemos, una inspiración para encontrar un rumbo humano en el trabajo diario, no un programa de actuación, eso es cosa personal.
El problema es cuando el político que tiene que hacer y realizar lo concreto responde con utopías en lugar de sabiendo qué hacer y cómo hacerlo, es para echarse a temblar.
Dicho de otro modo, que el filósofo inspire al político, pero si el político se dedica a hacer filosofía, ¿quién gobierna realmente?
06 julio 2009
05 julio 2009
El efecto perverso de los impuestos
Paso a menudo por la carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios; pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato. Ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. Sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado; un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo. Sólo visceral. Desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre.
Sé que esto es excesivo. Que siempre hay justos en Sodoma. Gente honrada. Políticos decentes cuya existencia es necesaria. No digo que no. Pero hablo hoy de sentimientos, no de razones. De impulsos. Yo no elijo cómo me siento. Cómo me salta el automático. Algo debe de ocurrir, sin embargo, cuando a un ciudadano de 57 años y en uso correcto de sus facultades mentales, con la vida resuelta, cultura adecuada, inteligencia media y conocimiento amplio y razonable del mundo, se le sube la pólvora al campanario mientras asiste al desfile de los diputados españoles saliendo de las Cortes. Cuando la náusea y la cólera son tan intensas. Eso me preocupa, por supuesto. Sigo caminando carrera de San Jerónimo abajo, y me pregunto qué está pasando. Hasta qué punto los años, la vida que llevé en otro tiempo, los libros que he leído, el panorama actual, me hacen ver las cosas de modo tan siniestro. Tan agresivo y pesimista. Por qué creo ver sólo gentuza cuando los miro, pese a saber que entre ellos hay gente perfectamente honorable. Por qué, de admirar y respetar a quienes ocuparon esos mismos escaños hace veinte o treinta años, he pasado a despreciar de este modo a sus mediocres reyezuelos sucesores. Por qué unas cuantas docenas de analfabetos irresponsables y pagados de sí mismos, sin distinción de partido ni ideología, pueden amargarme en un instante, de este modo, la tarde, el día, el país y la vida.
Quizá porque los conozco, concluyo. No uno por uno, claro, sino a la tropa. La casta general. Los he visto durante años, aquí y afuera. Estuve en los bosques de cruces de madera, en los callejones sin salida a donde llevan sus irresponsabilidades, sus corruptelas, sus ambiciones. Su incultura atroz y su falta de escrúpulos. Conozco las consecuencias. Y sé cómo lo hacen ahora, adaptándose a su tiempo y su momento. Lo sabe cualquiera que se fije. Que lea y mire. Algún día, si tengo la cabeza lo bastante fría, les detallaré a ustedes cómo se lo montan. Cómo y dónde comen y a costa de quién. Cómo se reparten las dietas, los privilegios y los coches oficiales. Cómo organizan entre ellos, en comisiones y visitas institucionales que a nadie importan una mierda, descarados e inútiles viajes turísticos que pagan los contribuyentes. Cómo se han trajinado –ahí no hay discrepancias ideológicas– el privilegio de cobrar la máxima pensión pública de jubilación tras sólo 7 años en el escaño, frente a los 35 de trabajo honrado que necesita un ciudadano común. Cómo quienes llegan a ministros tendrán, al jubilarse, sólidas pensiones compatibles con cualquier trabajo público o privado, pensiones vitalicias cuando lleguen a la edad de jubilación forzosa, e indemnizaciones mensuales del 100% de su salario al cesar en el cargo, cobradas completas y sin hacer cola en ventanillas, desde el primer día.
De cualquier modo, por hoy es suficiente. Y se acaba la página. Tenía ganas de echar la pota, eso es todo. De desahogarme dándole a la tecla, y es lo que he hecho. Otro día seré más coherente. Más razonable y objetivo. Quizás. Ahora, por lo menos, mientras camino por la carrera de San Jerónimo, algunos sabrán lo que tengo en la cabeza cuando me cruzo con ellos.
Y luego está Francisco Rubiales, tan claro y directo y tan pesimista como Pérez Reverte, pero más discursivo. No lo voy a poner entero para no pasarme, pero un aperitivo:
(...) Cada día son más los que entregan su declaración convencidos de que sus impuestos servirán para:Pagar sueldos excesivos a políticos que no los merecen, a enchufados de los partidos que ni siquiera trabajan, a familiares y amigos de políticos que ordeñan el erario público.
Sufragar el boato abusivo e hiriente de los innecesarios gobiernos locales, provinciales, regionales, autonómicos y central, todos ellos hipertrofiados y cargados de privilegios y aparatos superfluos y demasiado costosos, dotados de tarjetas de credito ilimitadas, coches de lujo, guardaespaldas, secretarias, asesores, conserjes, chóferes y demás servidumbre copiosa de las modernas cortes creadas por los nuevos sátrapas de la democracia. (...)
¿Exageran? Tal vez, o tal vez no, no sé qué te parece a ti. Yo creo que, por encima de cómo lo dicen, tienen bastante razón en lo que dicen y cada vez más gente ve esas cosas, menos los ciegos, es natural. Que diría Brassens.
04 julio 2009
Apadrine un inútil
(...)En eso, como decía antes, la declaración de la renta tiene una faceta inexplorada que convendría desarrollar. Cuando, como acabamos de hacer, desembolsamos cada año de nuestro bolsillo miles y miles de euros para la hacienda pública estamos contribuyendo a la mejora del Estado. Las carreteras, los ferrocarriles, los hospitales, las universidades y los colegios, los centros de asistencia social y hasta las cárceles o las comisarías podrán mejorar, modernizarse, gracias al esfuerzo de cada uno de nosotros en la declaración de la renta. De forma paralela, claro, cada uno de nosotros ve satisfechos sus derechos gracias a la mejora de la sanidad, de la educación, de las infraestructuras… Lo cual, que en el sablazo de Hacienda se citan los dos extremos de la ciudadanía, la obligación de pagar y derecho a recibir en el futuro mejores prestaciones. Y es de ahí, precisamente, de donde surge la idea de utilizar la declaración de la renta como espita de la rebeldía social. ¿Qué pasa cuando se tiene la certeza de que el dinero que sale de mi bolsillo no va a parar a ninguna mejora, ninguna modernización, ningún derecho, sino que se pierde en el mantenimiento de un idiota, un aprovechado? Como la burocracia política en España es tan prolija, incluso podría establecerse una especie de un apadrinamiento cruel, una relación virtual, un vínculo visible entre el contribuyente y el inútil público. Ponerle cara, nombre y apellidos. ‘Este es el inútil público al que mantengo cada año...’ Y en este plan. Tendrían que poner una casilla, como la de la Iglesia, o sea. Todo iría mejor tras ese desahogo social. (...)
¿Le conoces?
El amigo Becerro seguro que creería que es el ensayo de algún joven sindicalista para su intervención en algún curso de los que tan generosamente financiamos desde el erario público, pero no creo que sea eso.
03 julio 2009
Gente para todo
Y es que hay gente que es capaz de cualquier cosa. Este artículo es sólo para esa variante del frikismo que es el geek. Un tío que se compra un Palm Pre (que aún no se comercializa en España) y rompe a martillazos su iPhone. Aunque suene a frase tópica, vivir para ver.
Encontrado vía Obsoletos.
02 julio 2009
La oración de la controversia
LA ORACIÓN QUE CAUSÓ CONTROVERSIA.
Oración de apertura en el senado de Kansas.
Tal vez quieras leer esta oración que fue hecha en Kansas en la sesión de inauguración de la 'Kansas House of Representatives. ' Parece que esta oración molestó a algunas personas...
Cuando se le pidió al pastor Joe Wright que hiciera oración de apertura en el senado de Kansas , todo el mundo esperaba una oración ordinaria, pero esto no es lo que ellos escucharon:
"Señor, venimos delante de Ti este día, para pedirte perdón y para pedir Tu dirección. Sabemos que Tu Palabra dice: 'Maldición a aquellos que llaman bien lo que está mal' y es exactamente lo que hemos hecho.
- Hemos perdido el equilibrio espiritual y hemos cambiado nuestros valores.
- Hemos explotado al pobre y hemos llamado a eso 'suerte'.
- Hemos recompensado la pereza y la hemos llamado 'ayuda social'.
- Hemos matado a nuestros hijos que aún no han nacido y lo hemos llamado ''la libre elección'.
- Hemos sido negligentes al disciplinar a nuestros hijos y lo hemos llamado ''desarrollar su autoestima'.
- Hemos abusado del poder y hemos llamado a eso: 'política'.
- Hemos codiciado los bienes de nuestro vecino y a eso lo hemos llamado 'tener ambición'.
- Hemos contaminado las ondas de radio y televisión con mucha grosería y pornografía y lo hemos llamado 'libertad de expresión'.
- Hemos ridiculizado los valores establecidos desde hace mucho tiempo por nuestros ancestros y a esto lo hemos llamado 'obsoleto y pasado'.
Amén."
La reacción fue inmediata. Un parlamentario abandonó la sala durante la oración. Tres más criticaron la oración del pastor calificando la oración como 'un mensaje de intolerancia'. Durante las seis semanas siguientes, la iglesia 'Central Christian Church' donde trabaja el pastor Wright recibió más de 5000 llamadas telefónicas de las cuales sólo 47 fueron desfavorables. Esta iglesia recibe ahora peticiones del mundo entero, la India , África, Asia para que el pastor Wright ore por ellos.