El Obispo de Palencia, José Ignacio Munilla, firma un artículo con el que estoy sustancialmente de acuerdo y que traigo a vuestra consideración. Su título es un número:
"No, no se trata de una frecuencia radiofónica misteriosa, ni de unas coordenadas que marquen la ubicación de un lugar perdido. Se trata sencillamente de un artículo de la Constitución Española, cuyo incumplimiento está generando una preocupante tensión en la sociedad española: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (Constitución Española, art. 27.3).
Es verdad que muy pocos son los que discuten la formulación de este artículo constitucional, en el que se recoge un derecho y un deber fundamental. Por desgracia, en la vida española la batalla no se está planteando a nivel de principios, sino por la vía de los hechos consumados. De poco nos sirve que nuestra Constitución marque unas bases, si luego la vida práctica es encauzada por otros derroteros. Si Romanones hizo famosa la expresión “haz tú las leyes, que yo haré los reglamentos”, bien podríamos atribuir a nuestros dirigentes laicistas otra formulación: “tú quédate con los principios, que yo voy a lo mío”.
Negar por la vía de los principios el derecho de los padres a ser los educadores morales de sus hijos, sería tanto como reconocer explícitamente unos presupuestos de ética marxista; algo inconfesable tras la caída del “socialismo real”. Sin embargo, cada vez resulta más evidente que los diseñadores de los planes de educación en España están legislando al margen del artículo 27.3 de la Constitución. ¡Lo que darían por que este numerito desapareciese de la Carta Magna! Pero se tienen que conformar, por el momento, con legislar como si no existiese. Bien saben que, incluso en el caso de que un recurso de inconstitucionalidad terminase prosperando, sería ya muy difícil erradicar todos los vicios introducidos en el sistema educativo por la vía de los hechos consumados.
Por el contrario, permítaseme hacer notar que la Iglesia Católica siempre se ha sentido “cómoda” dentro del artículo 27.3. En efecto, nosotros no queremos evangelizar a los niños al margen de la voluntad de los padres, sino respondiendo a su petición. La tarea educadora de la Iglesia es subsidiaria del derecho-deber que tienen los padres de educar a sus hijos. Nos hacemos presentes en el sistema educativo, en mayor o menor medida, dependiendo de la demanda de los padres.
Un ejemplo bien concreto: La Iglesia Católica no pretende impartir la clase de Religión Católica a todos los alumnos, sino únicamente a los alumnos cuyos padres así lo han elegido. Por el contrario, el Gobierno Español no dirige la asignatura de Educación para la Ciudadanía sólo a los padres que así lo hayan solicitado, sino que la impone obligatoriamente a todo el alumnado. ¿No es una diferencia notable y notoria? ¿No será esto indicativo de que el estilo de la Iglesia Católica está perfectamente encajado con el artículo 27.3 de la Constitución, mientras que nuestras autoridades políticas están indisimuladamente incómodas con este principio constitucional?
Pongo otros ejemplos igualmente significativos: A la gran mayoría de los colegios religiosos no se les permite aumentar el número de sus plazas, a pesar de que la demanda de los padres para matricular a sus hijos no pueda ser satisfecha. El motivo aducido es que mientras haya plazas libres en la escuela pública de esas localidades, no cabe dar permiso para aumentar las plazas en la escuela privada. ¿Y eso, por qué?, nos atrevemos a preguntar… ¿Puede haber otra razón para esa negativa que la alergia al principio recogido en el 27.3? ¿No deberían estar las autoridades políticas encantadas con que una iniciativa social privada –como es la Iglesia- esté dando cauce a la voluntad educativa de tantos padres, y que además esta educación le esté resultando a las arcas públicas un 40% más barata que la impartida en la escuela pública? Es difícil entender otro motivo para la denegación de la ampliación de la oferta educativa de los centros privados, que no sea la pretensión del control ideológico en la educación del alumnado, al margen de la voluntad de los padres. Por desgracia, no exagerábamos cuando nos atrevíamos a ironizar con la máxima: “tú quédate con los principios, que yo voy a lo mío”.
Si el Estado creyese en el 27.3, no habría tenido necesidad de poner en marcha la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía. Le habría bastado con incluir en el currículum de otras asignaturas –como la de Ciencias Sociales- la enseñanza de las Declaraciones de Derechos Humanos, de la Constitución o del funcionamiento del sistema político. La auténtica novedad de esta asignatura no es otra que la inclusión en ella de conceptos morales obligatorios para todos los alumnos, al margen de la voluntad de los padres. Es el caso de cuestiones morales como “la condición humana”, “la identidad personal”, “la educación afectiva-emocional”, “la construcción de la conciencia moral”, etc.
Y lo increíble del asunto es que, mediáticamente, a la sociedad se le llegue a transmitir el mensaje de que el problema es que “la Iglesia se resiste a abandonar unos determinados privilegios y que está mostrando su incapacidad para integrarse con normalidad en el sistema democrático español”. Y, sin embargo, a pesar de la capacidad que algunos tienen de hacer creer a las masas que el cielo es verde y los burros vuelan… para todos aquellos que se acerquen a la realidad sin prejuicios de partida, es patente que el problema estriba en que, mientras que unos creemos en el valor moral que encierra el 27.3, otros no creen en tal cosa. Aunque no se atrevan a confesarlo."
+ José Ignacio Munilla
Obispo de Palencia.
27.3
"No, no se trata de una frecuencia radiofónica misteriosa, ni de unas coordenadas que marquen la ubicación de un lugar perdido. Se trata sencillamente de un artículo de la Constitución Española, cuyo incumplimiento está generando una preocupante tensión en la sociedad española: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (Constitución Española, art. 27.3).
Es verdad que muy pocos son los que discuten la formulación de este artículo constitucional, en el que se recoge un derecho y un deber fundamental. Por desgracia, en la vida española la batalla no se está planteando a nivel de principios, sino por la vía de los hechos consumados. De poco nos sirve que nuestra Constitución marque unas bases, si luego la vida práctica es encauzada por otros derroteros. Si Romanones hizo famosa la expresión “haz tú las leyes, que yo haré los reglamentos”, bien podríamos atribuir a nuestros dirigentes laicistas otra formulación: “tú quédate con los principios, que yo voy a lo mío”.
Negar por la vía de los principios el derecho de los padres a ser los educadores morales de sus hijos, sería tanto como reconocer explícitamente unos presupuestos de ética marxista; algo inconfesable tras la caída del “socialismo real”. Sin embargo, cada vez resulta más evidente que los diseñadores de los planes de educación en España están legislando al margen del artículo 27.3 de la Constitución. ¡Lo que darían por que este numerito desapareciese de la Carta Magna! Pero se tienen que conformar, por el momento, con legislar como si no existiese. Bien saben que, incluso en el caso de que un recurso de inconstitucionalidad terminase prosperando, sería ya muy difícil erradicar todos los vicios introducidos en el sistema educativo por la vía de los hechos consumados.
Por el contrario, permítaseme hacer notar que la Iglesia Católica siempre se ha sentido “cómoda” dentro del artículo 27.3. En efecto, nosotros no queremos evangelizar a los niños al margen de la voluntad de los padres, sino respondiendo a su petición. La tarea educadora de la Iglesia es subsidiaria del derecho-deber que tienen los padres de educar a sus hijos. Nos hacemos presentes en el sistema educativo, en mayor o menor medida, dependiendo de la demanda de los padres.
Un ejemplo bien concreto: La Iglesia Católica no pretende impartir la clase de Religión Católica a todos los alumnos, sino únicamente a los alumnos cuyos padres así lo han elegido. Por el contrario, el Gobierno Español no dirige la asignatura de Educación para la Ciudadanía sólo a los padres que así lo hayan solicitado, sino que la impone obligatoriamente a todo el alumnado. ¿No es una diferencia notable y notoria? ¿No será esto indicativo de que el estilo de la Iglesia Católica está perfectamente encajado con el artículo 27.3 de la Constitución, mientras que nuestras autoridades políticas están indisimuladamente incómodas con este principio constitucional?
Pongo otros ejemplos igualmente significativos: A la gran mayoría de los colegios religiosos no se les permite aumentar el número de sus plazas, a pesar de que la demanda de los padres para matricular a sus hijos no pueda ser satisfecha. El motivo aducido es que mientras haya plazas libres en la escuela pública de esas localidades, no cabe dar permiso para aumentar las plazas en la escuela privada. ¿Y eso, por qué?, nos atrevemos a preguntar… ¿Puede haber otra razón para esa negativa que la alergia al principio recogido en el 27.3? ¿No deberían estar las autoridades políticas encantadas con que una iniciativa social privada –como es la Iglesia- esté dando cauce a la voluntad educativa de tantos padres, y que además esta educación le esté resultando a las arcas públicas un 40% más barata que la impartida en la escuela pública? Es difícil entender otro motivo para la denegación de la ampliación de la oferta educativa de los centros privados, que no sea la pretensión del control ideológico en la educación del alumnado, al margen de la voluntad de los padres. Por desgracia, no exagerábamos cuando nos atrevíamos a ironizar con la máxima: “tú quédate con los principios, que yo voy a lo mío”.
Si el Estado creyese en el 27.3, no habría tenido necesidad de poner en marcha la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía. Le habría bastado con incluir en el currículum de otras asignaturas –como la de Ciencias Sociales- la enseñanza de las Declaraciones de Derechos Humanos, de la Constitución o del funcionamiento del sistema político. La auténtica novedad de esta asignatura no es otra que la inclusión en ella de conceptos morales obligatorios para todos los alumnos, al margen de la voluntad de los padres. Es el caso de cuestiones morales como “la condición humana”, “la identidad personal”, “la educación afectiva-emocional”, “la construcción de la conciencia moral”, etc.
Y lo increíble del asunto es que, mediáticamente, a la sociedad se le llegue a transmitir el mensaje de que el problema es que “la Iglesia se resiste a abandonar unos determinados privilegios y que está mostrando su incapacidad para integrarse con normalidad en el sistema democrático español”. Y, sin embargo, a pesar de la capacidad que algunos tienen de hacer creer a las masas que el cielo es verde y los burros vuelan… para todos aquellos que se acerquen a la realidad sin prejuicios de partida, es patente que el problema estriba en que, mientras que unos creemos en el valor moral que encierra el 27.3, otros no creen en tal cosa. Aunque no se atrevan a confesarlo."
+ José Ignacio Munilla
Obispo de Palencia.
Nadie puede negarse a que sus hijos reciban educación en valores humanos y sociales, en derechos, en comportamiento cívico. Lo penoso es que, al parecer y por ser precisa una ley, no lo hayan hecho hasta ahora.
ResponderEliminarLa duda más que razonable es que el partido de turno use la asignatura para adoctrinar, para tergiversar la historia si es preciso. Bien que podrían decir ¡Oiga, no tiene motivos para dudar a priori de mi buena voluntad!. Pues no los tendría si usted, que hace la ley, no hubiera dicho que los valores sociales son los que establecen en cada momento los representantes legítimos de los ciudadanos.
¡Como para quedarse tranquilo con lo que estamos viendo en nuestros representantes!
Pues exactamente eso. Se ha dicho e insistido bastante en la necesidad de educar en valores, pero no en los valores del gobernante de turno, sino en esos valores universales que dan soporte a la convivencia, a esa ética de "mínimos" en la que podemos coincidir tras un diálogo democrático, en algo fruto del consenso de una sociedad y no de la imposición de un sector que actúa como si los únicos valores que pudieran imponerse fueran los suyos. Esa etapa la dimos por superada y abrimos otra en la que se puede elegir y pensar libremente, no retrocedamos por favor.
ResponderEliminarHola Rafael
ResponderEliminarLas vueltas que da la vida.
Vengo de Fogonazos, donde muchos disfrutamos con las asombrosas curiosidades de Aberron.
He leído el debate que se montó en la entrada "La risa es un viento diabólico", y tengo que darte la enhorabuena por tener la cabeza tan bien amueblada. Coincido contigo en un 90% (el 10% restante no he tenido tiempo de leerlo).
Ahora no tengo tiempo, pero a ver si otro día que me pase por aquí pongo un comentario a la EpC. De momento ya te he añadido a "Favoritos".
Un saludo
Gracias...
ResponderEliminar“Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (Constitución Española, art. 27.3).
ResponderEliminarQue forma más descarada de retorcer el artículo de la constitución.
El estado debe garantizar que tú hijo pueda recibir la formación religiosa escojas pero eso no quiere decir que tenga que ser una materia curricular, que se de en horario lectivo o que este asunto tenga algo que ver con educación para la ciudadanía. De hecho ese mismo artículo justifica que no se de preeminencia a ninguna religión en la escuela pública.
Sobre el tema de educación para la ciudadanía conviene observar el temario:
http://www.mec.es/mecd/gabipren/documentos/files/ciudadania.pdf
Lo siento por el que no le guste pero la igualdad entre hombres y mujeres o los valores cívicos como respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, igualdad, ayuda mutua, cooperación y cultura de la paz no son cuestiones morales, son hechos indiscutibles en una sociedad democrática y el niño debería aprenderlas cuanto antes.
Sobre el "peligro" de que un estado "adoctrine" a los jóvenes con esa asignatura, vamos a ser un poco realistas, se adoctrina en historia, en geografía, en física, en biología, filosofía,... (la única que se salva es matemáticas que a ese nivel no da mucho margen) preocuparse solo por "Educación para..." me parece un poco corto de miras (si es realmente eso lo que te preocupa).
No quiere decir eso ni lo contrario. Pero el hecho es que en la mayoría de los países de Europa es una materia curricular y aquí se organizó así. No debería ser un problema que lo siguiera siendo, los padres siguen eligiendo eso.
ResponderEliminarLa EpC es un problema no por los valores que citas, sino por otros que no citas y que son más opinables. Es redundante, ya había transvesales y tutorías que trataban el tema. Sí son cuestiones morales, de moral social y pública, no nos confundamos.
Y, es cierto, se adoctrina y no el estado precisamente en todas las asignaturas, incluido matemáticas, de eso los alumnos de mi instituto son testigos y yo mismo en mi experiencia de bachillerato.
Pero cuando eso, que no es aconsejable ni respeta los límites de la libertad de cátedra, se institucionaliza de forma tan poco dialogada y tan burda, asusta.
Es simplemente eso.
"el hecho es que en la mayoría de los países de Europa es una materia curricular y aquí se organizó así"
ResponderEliminarPuff, no dudo de tus buenas intenciones pero a mí esas afirmaciones categóricas sin datos para respaldarlas me suenan a manipulación.
Lo gracioso es que da igual, a mí de pequeño me decían "si tus amigos se tiran por un pozo tú también?", y se me ha debido quedar grabado porque el que todo el resto del planeta tenga la religión como materia curricular me la trae al fresco.
EL mismo argumento para que la mayoría de padres escoja una determinada religión.
Los derechos constitucionales se aplican a todos los ciudadanos, no a una mayoría, y me parece más sencillo y razonable quitar todas las religiones de los colegios y que cada padre haga lo que considere en su casa, que marginar a alguna congregación (sino como Jedi Ortodoxo exijo que a mi hijo se le enseñen los preceptos morales de mi fe, y sea materia curricular por supuesto).
Respecto a la EpC, de verdad que me he leído el temario oficial (el que está en el BOE, no el resumen que puse antes) y ciertamente tengo curiosidad por saber cuales son esos problemas morales tan graves que se presentan con esa asignatura.
Las materias "transversales" son una falacia lo mismo que las tutorías. Yo he dado religión y ética (sí, me cambié) y el temario de la EpC me parece infinitamente más interesante y útil que las otras dos juntas.
Y eso partiendo del hecho de que los temarios están como guía, luego el profesor de turno (sea fan de Zapatero o siga a pie juntillas los que diga Losantos) dará lo que le dé la real gana...
En fin, que todo ese revuelo con la EpC siempre me ha parecido sobredimensionado en todos los aspectos.
Que me voy a dormir, que mañana madrugo.
ResponderEliminarmaxx habla en su comentario de cosas que "no son cuestiones morales, son hechos indiscutibles en una sociedad democrática".
Si hablamos de "hechos indiscutibles", entonces estamos hablando de dogmas. Y eso entra de lleno en el terreno moral.
Y si hablamos de democracia, me temo que ninguna de las cosas que menciona maxx (igualdad entre hombres y mujeres, respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, igualdad, ayuda mutua, cooperación y cultura de la paz), ninguna de ellas tiene nada que ver con la forma de gobierno llamada "democracia", sino de nuevo con la moral.
EpC es efectivamente un intento de imposición de unos dogmas morales a los niños, dogmas que no le corresponde al Estado inculcar, sino a los padres. La objeción de conciencia de los padres está más que justificada.
Que las matemáticas estén en la mayoría de los curriculos europeos y mundiales no justifica que se incluya en el español, y tan fresco. Perdona que no entre al trapo de argumentación tan sin fundamento. La religión es importante y parte de la vida de los ciudadanos, por lo mismo se incluyó en el curriculo y mientras los padres lo deseen nadie debería arrogarse el derecho de quitar nada. Un estado que ignora la sensibilidad de sus ciudadanos y se empeña en educarlos en las "sensibilidades correctas" es un estado totalitario y toma una deriva peligrosa.
ResponderEliminarPara quienes tragan todo el batiburrillo de valores y contravalores que sirven los medios y el estado de turno, da igual todo, para los que no, no nos da igual y tenemos derecho a discrepar y permanecer en el desacuerdo.
En el campo de lo cotidiano creo que la EpC va a ser una "maría" más para completar horario, por muy interesante que sea el temario, servirá para poder echar soflamas guais y progres a los de turno o lo contrario, mayor confusión en una edad en que puede ser más bien contraproducente. ¿Y si no están de acuerdo con, pongamos como ejemplo, la igualdad hombre y mujer? ¿Les obligará el profesor a estar de acuerdo? ¿Tendrán que mentir o ser hipócritas si quieren aprobar? Conste que yo sí estoy de acuerdo, no vaya alguien a coger el rábano por las hojas.
"Que las matemáticas estén en la mayoría de los curriculos europeos y mundiales no justifica que se incluya en el español, y tan fresco."
ResponderEliminarEste es el intento de falacia argumentum ad logicam más burdo que he visto en mi vida... Pero te lo contesto de todas formas.
NO, las matemáticas NO se justifican como materia curricular porque sea así en otros países. Las matemáticas se justifican como materia curricular por otras 100 razones (enseñan competencias, son la base de otros tantos conocimientos,...) pero ante todo es una asignatura que es básica hoy en día y que su aprendizaje no entra en conflicto con otros conocimientos (Algo que sí pasa con la religión).
Pensar en función de lo que hagan los vecinos es una política desastrosa en todos los sentidos.
"La religión es importante y parte de la vida de los ciudadanos"
WHAAAAAAK, respuesta equivocada. Por suerte ya no estamos en la edad media y la religión es importante solo para UNA PARTE de los ciudadanos, es más, TÚ religión puede ser "mayoritaria" pero desde esa interpretación errónea de la constitución que haces habría que dar opción a escoger cualquier religión/enseñanza moral que decidan los padres, algo que es a todas luces imposible.
Tienes todo el derecho a estar en desacuerdo con lo que quieras y no tragarte "el batiburrillo de valores y contravalores que sirven los medios y el estado de turno" pero sigo sin escuchar un argumento razonable, lógico y fundamentado contra la asignatura (que pueden existir desde luego, pero a mí se me escapan).
Sobre los ejemplos que pones me hacen mucha gracia. En la misma línea: ¿que ocurre si me apunto a religión y pongo en duda las enseñanzas de la asignatura? y ya no digo declararme ateo sino cuestiones más "sutiles" como presentar como reales los hechos de la biblia o defender posturas creacionistas, estamos en la misma situación. La diferencia es que en EpC el temario incluye la enseñanza del debate y la discusión lógica para solucionar los problemas, con lo que la discrepancia, el cuestionar las ideas y la diferencia entran en el temario, todo lo contrario que en religión.
"Si hablamos de "hechos indiscutibles", entonces estamos hablando de dogmas. Y eso entra de lleno en el terreno moral."
Te doy la razón, más que "hechos indiscutibles" hablo de dogmas, en su acepción de la RAE:
" 3. m. Fundamento o puntos capitales de todo sistema, ciencia, doctrina o religión."
Una sociedad plenamente democrática (bernardo, hablo de "sociedad democrática" en la manera que la concebimos actualmente, no de la democracia como concepto puramente abstracto) tiene que aceptar ciertos valores (como los antes expuestos entre otros) como dogmas, es deber de los ciudadanos defenderlos e inculcarlos, en caso de no hacerlo difícilmente avanzaremos en una democracia moderna.
Ejemplo práctico, si no consideramos que exista igualdad entre hombres y mujeres ¿por que íbamos a permitir el voto de uno de los dos grupos? o como vamos a mejorar el sistema si no enseñamos que la manera de resolver los conflictos es dialogando?
Insisto que no veo la moral en el temario de la asignatura por ninguna parte. Hay unos valores y unas actitudes pero me parecen tan primarios y básicos que se me escapa como alguien puede oponerse a que se enseñen. Eso sin entrar en que la moral , tal como afirmaba ¿Aristoteles?, se enseña con los hechos no las palabras.
"No corras a curar la herida del cínico, pues no tiene cura, es brote de mala planta." (Eclo. 3, 28).
ResponderEliminarNos miramos en la Europa civilizada para lo que nos conviene, por lo visto. Ni hay que hacer lo que hagan, ni lo contrario, pero está bien mirar como han resuelto el tema en los países de nuestro ámbito. Como también hubiera estado bien mirar los resultados de la reforma educativa allí donde llevaba tiempo funcionando para no repetir errores demostrados.
Si Maxx, además de no saber latín resultas bastante falaz, eso está claro.
La religión es importante en la vida de los ciudadanos y tú te echas al monte de precisar "algunos" y tal, eso es profundidad argumentativa y no lo que hacía Kant (nótese el tono irónico). Luego exiges que se te de, gratis, una lección sobre ética.
Veamos, valor es un concepto moral cuando se aplica a la conducta humana (a diferencia del valor económico, estético, matemático, etc.). La EpC pretende educar en valores morales: moral social referida a la convivencia en sociedad, moral económica que evalúa la moralidad de distintos sistemas económicos, moral individual respecto a las decisiones de lo que hago conmigo mismo: salud, sexo, autoestima...; el temario de EpC toca esto y más, y en eso hay asuntos discutibles en los que no se puede "adoctrinar". El profe de matemáticas del instituto de mi pueblo también se predica lógico y abierto al debate siempre que acabe teniendo razón en sus soflamas contra la Iglesia, Aznar (que aburrimiento), la guerra de Irak (las otras treinta guerras le dan igual), etc. Muy lógico todo, muy democrático, pero hay que evaluar además de los procedimientos, los conocimientos y las actitudes... a ver cómo se evalúa eso.
Ah, y por cierto, mientras la religión es elegible (si no estás de acuerdo o no quieres, no te apuntas), la EpC es obligatoria. En religión, como asignatura, no se da creacionismo, eso es del protestantismo puritano de allende los mares y del islamismo, es debatible porque lo que se evalúa no es la fe, sino los conocimientos sobre los fundamentos históricos, literarios y éticos del cristianismo y eso es objetivo, creas o no en lo que creen los cristianos.
Y termino recordándote, ya que citas a Aristóteles, que moral son los hábitos y conductas que practican los ciudadanos y ética el estudio filosófico de los principios que inspiran lo anterior. Valor es un concepto tan ético y moral como actitud como dije antes, algo que puedes consultar tú mismo para salir de dudas.
Si empiezas contestando con citas de la biblia mal vamos.
ResponderEliminarA ver, te lo voy explicar despacito porque parece que el concepto es complicado. El argumento "en el resto del mundo se hace así" no vale nada, es simplemente escudarse en la masa para tirar la piedra y esconder la mano, tanto para religión como para cualquier tema; El argumento "se hace así en el resto del mundo porque XXXXXXXX (insertese aquí un argumento lógico y razonado)" sí es valido y mucho, espero que notes la diferencia.
>Si Maxx, además de no saber latín resultas bastante falaz, eso está claro.
Esa actitud no te parece pueril? (googlea un poco para lo que no entiendas de mi mensaje).
>La religión es importante en la vida de los ciudadanos y tú te echas al monte de precisar "algunos" y tal, eso es profundidad argumentativa y no lo que hacía Kant (nótese el tono irónico). Luego exiges que se te de, gratis, una lección sobre ética.
La religión organizada, en lo que me concierne a mí persona, me la paso por el arco del triunfo y como yo somos unos cuantos (sin contar a esa masa que se declara "catolico no practicante" que ejem...), luego no sois la totalidad, sois una parte. No veo donde está ese monte al que me he echado.
Rafael B., tienes esa cualidad especial que tienen ciertas personas para leer solo lo que te interesa y contestar a las nimiedades en lugar de ir al quid de la cuestión. Esta muy bien porque cuando acabe está conversación y yo deje de pasarme por aquí (no te preocupes que será pronto, me cansa repetir una y otra vez lo mismo) tú seguirás sin haber respondido o siquiera comprendido a las cuestiones básicas que te planteo y estarás super-feliz pensando que has triunfado, que eres über-listo y despotricarás despreocupado contra los trolls que postean en blogs ajenos.
Sigo esperando que me especifiques en que bloques del temario de EpC se afirman cosas como que se vaya a enseñar: "moral económica que evalúa la moralidad de distintos sistemas económicos". Son dos cochinas hojas (lo que está publicado en el BOE) creo que es asequible para cualquier persona el ir a la fuente y no escuchar a ese ruido mediático que tanto repudiabas en mensajes anteriores. Por favor, no confundas esto con una clase de ética porque serías la última persona a las que le pediría algo así.
P.D. La religión NO es una asignatura opcional, puedes elegir entre religión católica o ética pero según tu propia interpretación del artículo de la constitución un judío, un musulmán o un miembro de la iglesia Maradoniana tendría el derecho constitucional a que su hijo reciba la educación en sus valores (en horario lectivo y como materia curricular, según defiendes).
Por lo que veo ya has aprendido lo que valor es un concepto moral y la diferencia entre moral y ética porque no insistes en ello. Te pasas de la raya pero como gente con actitudes condescencientes y perdonavidas las hay montones, haremos contigo lo que tú dices haber hecho con la religión "organizada".
ResponderEliminarEl argumento de que en el resto del mundo civilizado las democracias se organizan en torno a unos criterios de respeto a los ciudadanos sólo puede parecer pueril a gente que no cree en la democracia o tiene un problema de comprensión lectora grave. Lo prudente en el que gobierna es que para legislar conozca no sólo como se legisló antes en esa materia sino cómo se resolvió en otros ámbitos y países similares, aunque luego se elija otro camino, será con conocimiento de causa y no desde la imprevisión y la ignorancia (¿está así más claro o necesitamos también clase de política y derecho?).
De momento has encontrado dos cochinas hojas. Algo es algo. No te preocupes, esto no se puede confundir con una clase de ética, no se parece en nada.
Los católicos, protestantes, islámicos o ateos son ciudadanos y tienen derecho a que su sensibilidad religiosa sea tenida en cuenta, ni una mayoría ni una minoría puede imponer nada al resto, la religión es importante para un número equis de ciudadanos y por eso hay que contar con ellos no gobernar y organizar la vida social como si no existieran, igualmente con cada sensibilidad del tipo que sea. Un estado tiene que hacerlo así, no puede situarse al margen o por encima de lo que piensan o sienten los ciudadanos, esa es la inspiración de la democracia occidental a diferencia de "otras democracias". ¿Está ahora más claro o vas a seguir en plan "no me entero"? Y luego sales con la pamplina de las nimiedades, tú, el experto en ellas.
Por otra parte, a ver si te enteras, el estado español tiene acuerdos con católicos, protestantes, judíos e islámicos para que se pueda elegir cualquiera de esas religiones o ninguna (lo único que se pide es un número mínimo de alumnos por aula, pero esto depende de las autonomías y puede diferir). Luego, nueva ¿falacia o ignorancia?
Así que se puede elegir, es opcional, es un derecho y una posibilidad, contra los tópicos información.
Que gracioso. Te remito a lo de "Rafael B., tienes esa cualidad especial...".
ResponderEliminarCuando contestes a la razón, temario en mano, por la que EpC es tan maligna y lavacerebros y como un derecho constitucional, tal como lo entiendes tú, puede proteger a unas religiones sobre otras que dependen "de la CCAA y el numero de alumnos" seguimos discutiendo.
Lo demás que pones es hablar del sexo de los ángeles, que puede ser muy interesante pero hay poco que añadir.
Se te nota experto en esos temas, sí.
ResponderEliminarVeamos: No he dicho en ningún momento nada sobre "lavacerebros" y "maligna". Me parece discutible una asignatura obligatoria que, más allá de enseñar a pensar éticamente, inculca contenidos que en la sociedad son objeto de discusión y son opinables, teniendo en cuenta la tradición "adoctrinadora" de las tutorías y transversales, es sospechoso. Por otra parte se ha impuesto la asignatura sin diálogo y consenso.
La constitución, 27,3, reconoce el derecho de los padres y el gobierno debe garantizarlo. Hay acuerdos, te repito, para que se de la religión que sea. Las autonomías regulan qué número mínimo de alumnos es necesario para que se de esa religión, la que sea, y qué requisitos ha de cumplir el profesorado en cuestión.
No se "protege" (más bien al contrario), se debe respetar el hecho, aunque a más de uno los hechos le importan poco.
>Se te nota experto en esos temas, sí.
ResponderEliminarSi te refieres a lo del sexo de los angeles, la verdad es que el tema nunca me ha llamado mucho la atención. Los personajes de ficción no me acaban de llenar.
> más allá de enseñar a pensar éticamente, inculca contenidos que en la sociedad son objeto de discusión y son opinables
Absolutamente todo en este mundo puede ser objeto de discusión si uno se lo propone, cualquier foro de internet es la prueba viviente de eso.
Tú tienes todo el derecho a creer ese mantra que recitas y que se repite una y otra vez desde distintos medios, pero yo he visto pocos contenidos en el temario que puedan ser objeto de discusión, sean opinables o estén sujetos a discusión moral, no más que en cualquier otra asignatura y visto desde la óptica de un país civilizado del siglo XXI.
La igualdad de hombres y mujeres te parece discutible? La asunción de las propias responsabilidades es opinable? Los valores cívicos son una cuestión moral? Combatir la discriminación e injusticia social es parcela exclusiva de un solo partido político?
Yo creo que, para una sociedad que se precie de ser moderna y democrática, la contestación a las preguntas anteriores debe ser no. Siempre habrá gente que no esté de acuerdo con estos valores (igual que hay gente que sigue anhelando regímenes anteriores) pero desde un punto de vista frío y lógico no veo donde está el problema, de hecho a más leo el temario más interesante y necesaria me parece la asignatura.
Me gustaría ver si estas amargas quejas y ataques contra la asignatura se darían si no sustituyese a las horas de religión.
Lo que me lleva a la siguiente cuestión, el artículo 27.3 garantiza el derecho de los padres a dar a su hijo la formación religiosa y moral que consideren pero no dice que dar esta educación sea responsabilidad del estado ni que deba darse en la escuela.
Sin embargo es más interesante (ahora que que me has obligado a re-leerlo) el 27.2 que dice:
"La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales."
Vaya, eso se acerca bastante más a la asignatura de EpC y además SÍ es deber del estado.
En fin, que a más se estira esta conversación más convencido estoy de que este revuelo que se ha formado con la EpC no es por el contenido de la asignatura sino por la perdida de privilegios que tenía una confesión religiosa sobre todas las demás.
P.D. El consenso o no consenso para aplicar una ley, de nuevo, no sirve como medida de nada. Para que haya consenso debe a ver DOS partes dispuestas a consensuar y en materia de educación eso no ha pasado con ningún gobierno.
Eres repetitivo en grado sumo, ciertamente. Pero algo avanzamos siempre que no caigamos en el estúpido tópico de que "todo es relativo".
ResponderEliminarVeamos, ya sabes el objetivo de la educación según la constitución, bien. Ya sabes que el sujeto principal es el educando y su familia, bien. Ya sabes que la garantía del estado se basa en respetar la voluntad de los padres, como la organización del estado se basa en respetar la voluntad de los ciudadanos, ¿bien? Porque este punto parece que no está claro para ti. Lo que preocupa es que en la programación real de la asignatura el estado se convierte en fuente de moralidad, en quien define los valores. ¿Qué pasará cuando sea otro el signo del gobierno? ¿Deberá reflejar la asignatura un diferente punto de vista de los temas? Y no me refiero a los generales: valores de convivencia pacífica, diálogo, respeto, etc. Sino a otros más fronterizos tipo vida humana, aborto, eutanasia, matrimonio, etc.
El estado no puede ser fuente de los valores, sólo los estados totalitarios han asumido ese papel. La asignatura estaría muy bien si se limitara a los grandes valores y dejara cierto tipo de cuestiones en manos de la sociedad que es el sujeto de todo este asunto, pero me temo que no ves estos matices.
Hubo consenso en tiempos de la UCD y el primer gobierno socialista, a partir de ahí, se acabó. También lo hubo en algunos temas en el primer gobierno del PP. El resto del tiempo nuestros políticos han sido incapaces de la suficiente clarividencia y humildad. Así nos va.
Y, por cierto, la EpC no sustituye a las clases de religión en ningún caso. No es ese tampoco el motivo.
Tiene guasa que me critiques por ir con una actitud condescendiente y perdonavidas y luego pongas esas contestaciones, coherencia que lo llaman.
ResponderEliminarPasando a contestarte, la serie de razonamientos que realizas es manipuladora y errónea. Sigues malinterpretando el artículo 27.3 como si los mínimos educativos presentados en el artículo 27.2 (y que cumple la asignatura) fuesen a entrar en conflicto con la moral enseñada con por los padres.
Los temas que trata la asignatura son tan generales que dará igual el gobierno que esté en el poder, serán los mismos (bueno, con la polvareda que han levantado algo tendrán que cambiar de cara a la galería).
Los temas que citas como conflictivos "como vida humana, aborto, eutanasia, matrimonio, etc." en primer lugar no entran en la asignatura tal como está redactado el temario y si se incluyen bajo los "derechos ciudadanos" se tratarán en el marco legal vigente. Lo siento por el que esté en contra ,pero el aborto existe bajo varios supuestos y el matrimonio entre personas del mismo sexo es una realidad que los chavales deben conocer.
Y ya por curiosidad, ¿de donde salen las horas de la EpC? ya que no es de religión?.
Una cosa es conocer los hechos y otra su valoración moral, pero quizá no sea fácil para algunos entender eso. La valoración moral es cosa de las familias y los ciudadanos. El estado no puede ser fuente de los valores morales, más bien receptáculo de los mismos, al menos en la concepción democrática liberal del mismo. En democracias "orgánicas" y "populares", el estado asume también la educación moral de la ciudadanía. La frontera es muy delgada. Ciertamente se ha concedido cierta libertad en cuanto a la concreción de los temarios a las editoriales, pero es una solución poco seria. A lo mejor habría que esperar un poco más y llegar a un consenso mayor sobre una asignatura que puede ser necesaria e interesante.
ResponderEliminarEn 1º de la ESO sí han reducido en una hora el horario de religión, no sé aún si para dar EpC, en los demás cursos de la ESO no. Creo que han reducido el horario de plástica y tecnología, al menos en Andalucía, pero no esto muy seguro aún, próximamente tendré más datos.
>El estado no puede ser fuente de los valores morales
ResponderEliminarEsto es falso porque el mismo adoctrinamiento moral (y mucho más descarado) se produce en ética o en religión.
Y llegamos a mí idea inicial. La asignatura, cuando se ponga en marcha y se limen defectos en el temario, podría ser interesante e importante en la educación infantil pero se ha producido una presión mediática, cuyos motivos no acabo de ver claros, en contra de la asignatura y que hace que ciertos profesores/padres*/alumnos estén en contra.
En fin, como persona de ideas claramente republicanas debería ser el primero en estar en contra de una asignatura que (entiendo yo) dará una visión positiva del papel del rey en las instituciones pero considero que es más importante formar mejores ciudadanos que piensen por si mismos y desarrollen sus propias opiniones antes de no darles ninguna formación. Creo que mis ideas políticas son las correctas, no tengo miedo de que les enseñen otras, ya llegarán ellos a las conclusiones que crean convenientes y sino la sociedad se enriquecerá con el debate.
*Aunque luego haya noticias como esta:
http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=14118
(sí, el plural tampoco creo que sea una fuente objetiva pero los hechos ahí están).
Vamos a ver: Yo digo que el estado no puede y/o no debe ser fuente de los valores, más bien reflejar los valores sociales con ecuanimidad y respeto, es lo que se espera de la democracia occidental. Y tu dices que... ¿es falso porque se adoctrina en determinadas asignaturas?... Creo que eso me da la razón, mal hecho si se adoctrina, se hace de forma indebida.
ResponderEliminarUna asignatura sobre los valores cívicos básicos de una democracia y de introducción al pensamiento ético y moral puede ser interesante (para eso está la Ética de 4º de la ESO), pero, insisto, además ofrecer los valores concretos que deben tener más allá de los antes citados es pasar la raya.
El ejemplo que pones sobre el papel del rey: no sé que pintará en la EpC, pero en historia sólo se puede contar cuál ha sido su papel de hecho, las valoraciones sobre si debe estar o no son cosa de cada uno. Imponer una visión republicana o monárquica, al margen de la utilidad y simbolismo concreto del rey es pasar la raya también. Aunque si somos una monarquía parlamentaria, la EpC debería mostrar cómo funciona eso sin dar muchas más valoraciones.
No sé, ni me importa, lo que digan panfletos como elplural, así que no puedo responderte a eso, mi estómago no me permite leer ese tipo de cosas, ellos si no hay hechos los inventan, como otros lugares similares.