Hace un par de semanas o así, escuchaba en la radio un breve debate sobre aborto y eutanasia. Como no podía ser menos no se habló en serio del tema, sólo salieron los tópicos del pensamiento políticamente correcto que se estilan y las consignas del pensamiento débil que abunda entre la modernidad al uso. Es cansado pero es lo que hay. A una oyente que preguntaba la locutora, 
paradigma del pensamiento buenista y sin profundidad, respondía con la consigna: "yo prefiero hablar del aborto y la eutanasia como derecho de la mujer a decidir y derecho a morir dignamente". Pero claro, el problema es que no existen tales derechos. Hablar de derecho a decidir si este niño concebido nace o no es espeluznante. ¿Lo dejarás nacer o lo matarás antes? ¿Se puede hablar de derecho a dejar nacer o derecho a destruir la vida en ciernes? La soberbia de este modo de pensamiento es aterradora. Convertir la posibilidad de disponer de la vida de alguien en un "derecho" sólo porque así lo haga un sector ideológico es terrible. Justificar la muerte de un ser inocente aludiendo a una palabra y un concepto como ese significa la decadencia de los valores que la declaración de derechos de 1948 intentó consagrar.
En el blog de mi amigo Juan Luis encontré esta carta copiada del ABC, rebosa sentido común y creo que viene al pelo. Estremézcanse.
paradigma del pensamiento buenista y sin profundidad, respondía con la consigna: "yo prefiero hablar del aborto y la eutanasia como derecho de la mujer a decidir y derecho a morir dignamente". Pero claro, el problema es que no existen tales derechos. Hablar de derecho a decidir si este niño concebido nace o no es espeluznante. ¿Lo dejarás nacer o lo matarás antes? ¿Se puede hablar de derecho a dejar nacer o derecho a destruir la vida en ciernes? La soberbia de este modo de pensamiento es aterradora. Convertir la posibilidad de disponer de la vida de alguien en un "derecho" sólo porque así lo haga un sector ideológico es terrible. Justificar la muerte de un ser inocente aludiendo a una palabra y un concepto como ese significa la decadencia de los valores que la declaración de derechos de 1948 intentó consagrar.En el blog de mi amigo Juan Luis encontré esta carta copiada del ABC, rebosa sentido común y creo que viene al pelo. Estremézcanse.
Carta al Director de ABC
Madrid, 12 de marzo de 2008.
Que me lo expliquen.
Fumar durante el embarazo perjudica la salud de su hijo. Un cartón de tabaco es un paquete grande y rectangular donde caben veinte cajetillas de tabaco. Pues bien, leo en un cartón de tabaco la siguiente advertencia, escrita a todo lo largo del cartón y con letras bien grandes: «Las autoridades sanitarias advierten: Fumar durante el embarazo perjudica la salud de su hijo». Leer eso me ha provocado mucha confusión, mucho desconcierto y mucho embrollo. Porque si bien es verdad que fumar durante el embarazo perjudica la salud del hijo, como advierten las autoridades sanitarias, ¿qué le ocurre a un hijo cuando su madre embarazada decide interrumpir el embarazo?
¿Esa acción no perjudica la salud de su hijo? En realidad perjudica la salud del hijo totalmente, porque cuando una mujer embarazada permite que le practiquen un aborto, a su hijo lo matan. Entonces, ¿por qué las autoridades sanitarias advierten que fumar durante el embarazo perjudica la salud de su hijo y no advierten que «interrumpir voluntariamente su embarazo» mata a su hijo, sino que nos lo muestran como «un derecho» de las madres?
Las autoridades sanitarias dicen saber mucho sobre salud reproductiva. Pues que me expliquen esto, porque es toda una contradicción.
Miguel Ángel García Sánchez
Madrid
